HORARIO TIENDA: de lunes a viernes
de 09:00 a 15:00 horas. Sábados cerrado.
Cada moto que llega a nuestras instalaciones es restaurada y acondicionada para que el resultado final sea el más cercano, si no el mismo, al de las especificaciones originales y a las indicaciones del cliente, utilizando en la medida de lo posible la mayor cantidad de recambios originales o similares.
Sabemos por nuestra experiencia que en algunos casos este factor entraña una gran dificultad, pero a lo largo de los años hemos sabido rodearnos de buenos proveedores y de los mejores especialistas en recambios.
En la primera fase de la restauración nos dedicamos a despiezar enteramente toda la moto, en este caso una Vespa 125 del año 1954.
La desnudamos y dejamos todos sus componentes listos para poder tratarlos individualmente según convenga y sin dificultad: motor, cables, gomas, carrocería, elementos eléctricos,...
La chapa del scooter, así como las ruedas, el chasis, el depósito y cualquier pieza que deba pasar por las manos de nuestros chapistas son sometidas a un proceso metódico para que el resultado final sea el óptimo.
Tal proceso consta de un chorreado a presión para que ninguna partícula de pintura quede adherida y no aparezcan rugosidades que supongan un problema a la hora de aplicar la capa de imprimación, las siguientes capas de pintura y la última de barniz protector incoloro.
Mientras, el motor ha sido ya despiezado, se han cambiado todas las piezas que se encontraban en mal estado y ha sido reensamblado; ahora ya está preparado para volver a su sitio.
Seguidamente, nos dedicamos a montar la moto, reparando o cambiando los elementos en mal estado, apartado esencial para que el acabado sea el satisfactorio.
El funcionamiento del scooter mejorará y, estéticamente, el cliente va a notar la diferencia en cada mínimo detalle.
Por ejemplo, los cables eléctricos y mecánicos son substituidos por unos nuevos de mayor calidad; todos los tornillos, tuercas y arandelas, son reemplazados por otros de acero inoxidable; y aquellas piezas que lo necesiten son sometidas a un proceso de cromado por baño electrolítico, de nuevo para eliminar imperfecciones y futuros óxidos.
El resultado final es sorprendente y la moto está ya preparada para perderse por nuestras calles y carreteras y, por evidente no menos importante, pasar el examen de la inspección técnica.